Bogotá D.C., 13 de agosto de 2025.- Las acciones de empresas líderes en el sector del cannabis registraron fuertes aumentos este lunes luego de que se difundieran informes indicando que el expresidente Donald Trump está considerando una importante modificación en la política federal de Estados Unidos: la reclasificación de la marihuana como una sustancia menos peligrosa. Esta medida, que aún no es oficial, podría transformar radicalmente el panorama regulatorio y fiscal al que se enfrenta la industria cannábica en el país.
Las cotizaciones de empresas como Canopy Growth Corp (NASDAQ:CGC) , Tilray Brands (NASDAQ:TLRY) , Cronos Group (NASDAQ:CRON) , Aurora Cannabis (NASDAQ:ACB) y SNDL (NASDAQ:SNDL) subieron entre un 6,6% y un 19,2% en reacción a la noticia. Este impulso se suma a una tendencia alcista ya en marcha para algunas de estas compañías, con Tilray alcanzando su nivel más alto desde febrero.
Un giro inesperado en la política de drogas de EEUU
Según reportes del Wall Street Journal , citando fuentes cercanas al expresidente, Donald Trump habría manifestado su interés en modificar la clasificación federal de la marihuana durante una cena de recaudación de fondos celebrada recientemente en su club de golf en Nueva Jersey, un evento cuyos boletos tenían un costo de un millón de dólares por plato. Esta posible redefinición del estatus legal de la planta podría disminuir considerablemente las limitaciones actuales para la comercialización de productos derivados del cannabis, lo que a su vez podría incrementar significativamente la rentabilidad del sector.
Este giro potencial en la política federal surge tras importantes contribuciones financieras realizadas por empresas del sector cannábico a grupos políticos asociados a Trump. Entre los asistentes a la mencionada cena se encontraría Kim Rivers, directora ejecutiva de Trulieve, quien supuestamente utilizó la ocasión para abogar a favor de la reclasificación de la marihuana y para impulsar una mayor investigación científica sobre sus usos medicinales.
Este posible cambio representaría un alejamiento del estricto control impuesto por la Ley de Sustancias Controladas (CSA), que actualmente ubica a la marihuana en la Categoría I, junto a drogas consideradas de alto potencial de abuso y sin usos médicos aceptados.
El anuncio, aunque aún en etapas preliminares, ha generado un optimismo cauteloso en el sector. La propuesta apunta a mover la marihuana a la Categoría III, lo que implicaría reconocer su potencial terapéutico y reducir las sanciones penales asociadas a su posesión y distribución. Esta idea retoma esfuerzos iniciados durante la administración Biden, que en 2024 impulsó una revisión similar sin llegar a concretarla antes del cambio de gobierno.
Implicaciones económicas y regulatorias clave
Una reclasificación federal tendría profundas implicaciones para la industria del cannabis, que ha operado históricamente en un entorno de alta regulación y limitaciones fiscales. Algunos de los efectos más significativos incluyen:
- Reducción de penas federales: Las sanciones por posesión y distribución se suavizarían, promoviendo una mayor justicia social, especialmente en comunidades históricamente afectadas por la «guerra contra las drogas».
- Beneficios fiscales para la industria: La eliminación de restricciones bajo la Sección 280E del Código Tributario permitiría a las empresas cannábicas deducir gastos operativos, facilitando inversiones y expansión.
- Facilitación de la investigación científica: El reconocimiento de usos médicos simplificaría los procesos para estudios clínicos, impulsando investigaciones sobre el manejo del dolor crónico, la epilepsia y otros trastornos.
- Reacciones divididas y desafíos por delante: La propuesta ha recibido elogios de la industria del cannabis y grupos de veteranos, quienes ven beneficios en el acceso médico. Analistas financieros la califican como un «impulso significativo» para el mercado. Sin embargo, críticos conservadores y algunos sectores de la salud pública advierten sobre posibles riesgos para la salud pública.
Reacciones divididas y desafíos por delante
La propuesta ha recibido elogios de la industria del cannabis y grupos de veteranos, quienes ven beneficios en el acceso médico. Analistas financieros la califican como un «impulso significativo» para el mercado. Sin embargo, críticos conservadores y algunos sectores de la salud pública advierten sobre posibles riesgos para la salud pública.
Es importante destacar que la decisión final recae en la Administración para el Control de Drogas (DEA) y podría enfrentar desafíos legales. Trump mismo ha mantenido una postura equilibrada, reconociendo tanto los beneficios médicos como los posibles impactos negativos, particularmente en jóvenes. El expresidente anticipó que una decisión podría tomarse en las próximas semanas, manteniendo la incertidumbre y la expectativa en los mercados y en el ecosistema cannábico global.